lunes, 15 de diciembre de 2014

Plantas medicinales: El Comino

COMINO





El comino, cuyo nombre científico es Cuminum cyminum, es de la familia de las Umbelíferas. Esta hierba se da una vez al año, llegando a alcanzar hasta 50 centímetros de altura. Las hojas son largas, delgadas, muy finas y sin pelitos. Las flores son blancas o rosadas y se agrupan en las puntas de las ramas formando como sombrillitas. El fruto es alargado y todo él está cubierto por varios pelitos erizados y ásperos. Toda la planta despide un olor característico muy agradable. Florece durante la época lluviosa. Las partes medicinales de esta planta son las semillas.
El comino crece en tierras secas y de clima cálido, principalmente en el altiplano del país. Ésta es una planta introducida que requiere de cultivo por medio de semillas y no crece silvestremente. Las semillas deben recolectarse hasta que estén completamente secas.
Sus principales cualidades medicinales son las siguientes: es astringente, digestiva, emenagoga, hemostática y galactogoga.
Se recomienda para favorecer la cicatrización y detener la sangre de heridas, llagas y de nariz. Para ello es necesario preparar un cataplasma de la siguiente manera: machacar un puñado de semillas y agregar un poquito de vinagre, mezclándolo hasta obtener una pasta. Aplicar directamente sobre la parte afectada.
Ayuda a la digestión cuando ésta es lenta y ocasiona gases estomacales; favorece la expulsión de dichos gases, aliviando el dolor. Además es excelente para las madres que están dando de mamar a sus niños, porque aumenta el flujo de leche cuando ésta es escasa; para ello también es necesario que las señoras mantengan el cuerpo caliente y se alimenten lo mejor posible. Otro beneficio del comino es que favorece las contracciones de la matriz durante el parto. El cocimiento del comino deberá hacerse así: hervir durante cinco minutos una cucharadita de semillas en una taza de agua. Colar y tomar una taza después de cada comida.
El comino se recomienda para el tratamiento de infecciones virales de las vías respiratorias y la piel. La tintura de comino se prepara de la forma siguiente: poner una cucharada de semillas secas en un octavo de alcohol de 45%, dejar reposar por 7 días en un recipiente oscuro bien cerrado, agitarlo diariamente, filtrar y guardar. Aplicar en forma de fricciones en la región afectada o beber de 20 a 30 gotas al día.

IMPORTANTE: no se le conocen efectos indeseables, pero por su actividad inductora  de contracciones en la matriz no se recomienda su uso durante el embarazo, ya que puede ocasionar el aborto. 
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